Si vale la pena hacerlo, también vale la pena medirlo: aunque parezca una cita célebre, en realidad es algo básico para hacer negocios en casi cualquier sector. Y cuando tu negocio tiene que ver con un producto digital, los datos que generes te servirán para todo, desde el desarrollo de nuevas funciones para tu producto hasta la corrección de errores, así como para mejorarlo por el camino.
La mayoría de las empresas deberían tener algún conocimiento de la optimización de los motores de búsqueda (SEO) y, hasta cierto punto, de la optimización de las tiendas de aplicaciones (ASO), que se rigen en gran medida por su propio tipo de análisis, normalmente denominado análisis del comportamiento. Aunque hay cierto solapamiento con la analítica de marketing, este proceso es mucho más profundo para rastrear y medir detalles granulares de la actividad de los usuarios. Aquí vamos a distinguir esto de otros procesos analíticos más conocidos y a explicar un poco cómo funcionan.
Analítica de comportamiento: no es la típica analítica de marketing
Toda empresa con una web debería tener conocimientos de SEO y, si se toma en serio la construcción de una verdadera presencia en la web, se esfuerza por crear contenidos atractivos y estudiar a la competencia. También te tomas unos cinco minutos para configurar una propiedad de Google Analytics y colocar el script de seguimiento en tu web y ya está.
Una vez superada la curva de aprendizaje y todos los números diferentes, es como cualquier otro juego en el que el objetivo es aumentar la puntuación: si ignoramos la mayor parte de tu embudo de marketing o ventas, el objetivo aquí es principalmente conseguir ojos en tu material. Los servicios de análisis web hacen un seguimiento de la procedencia de los usuarios y de los lugares que visitan en tu web, al tiempo que cuentan el tiempo que pasan en cada página. Servicios como Google Analytics 4 hacen lo mismo con las aplicaciones.
La analítica de comportamiento examina la trayectoria general de un usuario que (en su mayoría) es captada por la analítica más orientada al marketing para entender exactamente lo que está haciendo. Dependiendo del dispositivo y de los métodos de entrada (por ejemplo, una pantalla táctil, un teclado y un ratón, etc.), la analítica de usuario captura y a menudo interpreta las acciones del usuario cuando interactúa con la aplicación.
Una visión general de cómo funcionan los sistemas de análisis del comportamiento del usuario
Estos sistemas recogen los datos de varias maneras.
Casi todo generará un «evento» en tu sistema cuando un usuario realice una acción, por ejemplo, interactuar con un elemento que (con suerte) vea en su pantalla. Un elemento puede ser cualquier cosa, desde un:
– Imagen
– Botón
– Formulario
– Caja de luz superpuesta
– Podcast incrustado
– Vídeo en directo
Básicamente, un elemento puede ser casi cualquier cosa, incluso un texto básico copiado en su portapapeles. Los eventos son lo que ocurre cuando un usuario hace algo como pulsar una tecla del teclado, mover el ratón, tocar en la pantalla, pulsar un botón y el stick analógico o las posiciones del gatillo en un mando de juegos, etc., para interactuar con un elemento que ve. Algunos ejemplos de un evento podrían ser:
– Detalles de cómo un usuario interactúa con un desplazamiento, como dónde lo toca o hace clic y hacia dónde lo mueve.
– Completar tareas mientras se utiliza un elemento interactivo en una página web – un Doodle de Google como Pac-Man es un ejemplo exagerado, pero se podría hacer un seguimiento de cosas como la puntuación del usuario en la finalización del juego, cuántos fantasmas son masticados en una partida, y mucho más.
– El área visible en la pantalla de una aplicación cuando un usuario retrocede, cierra la aplicación o se bloquea.
Dependiendo del diseño de tu aplicación, tendrás todo tipo de eventos diferentes que aparecerán. Mientras que algunos programas estarán configurados para ver y medir varios eventos específicos, la experiencia será muy diferente entre las aplicaciones, lo que significa que tendrá que trabajar con su equipo para averiguar qué eventos son significativos y en qué contexto. A medida que tus aplicaciones crecen, la analítica necesitará actualizaciones ocasionales para garantizar que los eventos monitorizados siguen siendo significativos y para comprender las partes nuevas o revisadas de tu aplicación.
Cada plataforma de análisis es diferente, pero la idea general es que estos eventos sean referenciados en algún lugar, normalmente un TMS (Tag Management System), para que puedan ser rastreados. La configuración de los eventos para Google Analytics se realiza a través de Google Tag Manager, donde se pueden identificar los eventos y configurar componentes como los activadores y el código de medición.
¿Qué hay que rastrear?
El diseño y el propósito de tu aplicación dictarán qué eventos rastrear y cómo configurar los activadores. Ten en cuenta que la implementación real suele estar a cargo de un desarrollador que esté familiarizado con la web o la aplicación para configurar y mantener algunas de las etiquetas más complejas y el código.
Tu mejor opción para sacar el máximo partido a tus datos es contar con alguien cercano a tu producto y familiarizado con todas las tecnologías para asegurarse de que estás obteniendo el mejor ajuste. Por ello, suele ser mejor asegurarse de que la analítica se construye junto a tu producto a medida que crece, en lugar de implementar estas herramientas como una idea tardía.
