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7 puntos débiles tecnológicos a resolver en 2023

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Todos tenemos nuestros puntos débiles. Y en el sector tecnológico hay muchos que nos irritan.

Por supuesto, necesitamos la tecnología. Dependemos de ella. No podemos imaginar cómo podríamos, bueno, existir sin ella. Y por eso tenemos que dar un paso adelante y trabajar para resolver esos problemas tecnológicos este año.

Aún es pronto, tenemos tiempo para dar un empujón a nuestra tecnología. Pero no debemos perder el tiempo. Cuanto más tardemos en revitalizar y mejorar nuestros sistemas y programas tecnológicos, más molestias -o cosas peores- nos causarán. Por eso es importante acabar con estos siete puntos problemáticos de la tecnología.

1. Fallos de ciberseguridad

En 2022 se produjeron más de 1.800 filtraciones de datos, según el Informe sobre filtraciones de datos 2022 del Centro de Recursos contra el Robo de Identidad (ITRC). Aunque la cifra es ligeramente inferior al récord de 1.862 violaciones que se produjeron en 2021, no es en absoluto la ideal, y sólo se trata de las que se hicieron públicas.

La seguridad de los datos y otros asuntos de ciberseguridad son grandes preocupaciones para cualquier empresa en el mundo digital. Aproximadamente dos tercios de las empresas informan que el aumento del ransomware y el malware son preocupaciones importantes, según una encuesta de Dell de 2022. Y es cierto: se trata de un problema enorme. Para las pequeñas y medianas empresas en particular, las ramificaciones de un ataque exitoso pueden ser especialmente preocupantes. En casos extremos, podrían destruir los cimientos mismos de la empresa.

Por desgracia, los ciberdelincuentes son cada vez más sofisticados y lanzan ataques a gran escala que hacen vulnerables a empresas y particulares de todos los sectores. No hay una solución rápida para esto. Las empresas necesitan crear y desplegar una estrategia de ciberseguridad sólida y polifacética para protegerse a sí mismas, a sus empleados y a sus consumidores.

Esto implica trabajar con expertos de confianza en el campo de la ciberseguridad. Tendrás que trabajar con especialistas, como hackers éticos (o de sombrero blanco) y otros, así como realizar pruebas rigurosas de vulnerabilidades para protegerte de los ataques. Esto no es algo que se haga una sola vez, sino que hay que evaluarlo y reevaluarlo constantemente, porque el mundo de la ciberdelincuencia está en constante evolución. También tendrás que evaluar constantemente tus estrategias.

2. Falta de talento tecnológico

Los despidos en las grandes empresas tecnológicas y más allá presentan un panorama un tanto sombrío del panorama de los talentos tecnológicos. Pero eso no significa que los ingenieros de software y otros profesionales de la tecnología no sigan estando muy solicitados. 

Muchas empresas se enfrentan actualmente a la falta de talento tecnológico en sus equipos. Puede que las habilidades de tus profesionales internos no sean las que necesitas, o simplemente no dispones del volumen de profesionales que te gustaría tener. Tal vez falten especializaciones clave en tu equipo. Al fin y al cabo, el talento tecnológico escasea.

Pero, al mismo tiempo, sigue estando a tu disposición. Sólo tienes que pensar de forma creativa sobre la mejor manera de aprovecharlo para llevar tu negocio al siguiente nivel. 

La solución a tus problemas no tiene por qué ser un equipo interno de profesionales de la tecnología a tiempo completo. En su lugar, considera la posibilidad de utilizar recursos externos. Gracias al trabajo a distancia, ahora tiene acceso a un conjunto global de talentos: ya no tienes por qué limitarte a tu entorno inmediato. 

Una solución es externalizar tus necesidades tecnológicas a un proveedor externo. Si contratas a un equipo de software externo para que te ayude a crear o mejorar tu stack tecnológico, podrás beneficiarte de una serie de ventajas. Principalmente, suelen tener un alto grado de experiencia, aunque sin duda debes investigar para encontrar la empresa que mejor se adapte a tus necesidades.

Muchos de estos proveedores también tienen las especializaciones clave que te pueden faltar en tu empresa o incluso en tu área inmediata. Si buscas un experto en una tecnología o herramienta concreta, por ejemplo, lo más probable es que puedas encontrar las cualificaciones y la experiencia en una empresa de externalización. 

Además de la subcontratación, piensa en cómo puedes mejorar las competencias de tu equipo actual. Puede que cuentes con profesionales tecnológicos de talento, pero puede que les falten habilidades clave. ¿Hay algún tipo de educación o formación que puedas ofrecer o a la que puedan acceder tus profesionales? Esto te ayudará a asegurarte de que cuentas con una plantilla sólida con las cualificaciones adecuadas.

3. Experiencia estándar

Una queja con la que siguen lidiando las empresas es que no ofrecen una experiencia personalizada a sus consumidores. Independientemente del producto o servicio que ofrezcas, debes adaptarlo a las necesidades únicas de tus clientes. Esto te ayudará a diferenciarte de la competencia y a demostrar tu valía como empresa. Sin embargo, con demasiada frecuencia, las empresas ofrecen una experiencia estándar a los usuarios.

Básicamente, sea cual sea el servicio o producto que ofrezcas, debes hacerlo único. Ningún consumidor quiere ser tratado como un número. Desgraciadamente, la tecnología está interfiriendo en cierto modo en este sentido con el auge de la automatización y los portales u opciones de autoservicio. Pero la tecnología también puede ayudarnos a evitar experiencias repetitivas y a crear una experiencia de cliente (CX) y una experiencia de usuario (UX) sólidas. 

¿Cómo se crea una experiencia de cliente más personal? Empezando por recopilar toda la información posible sobre tus clientes actuales o potenciales. Los macrodatos lo hacen posible. Gracias al auge de las tecnologías digitales, las empresas tienen acceso a más información que nunca. Los datos proceden de una gran cantidad de recursos, como por ejemplo:

  • Redes sociales
  • Transacciones financieras/bancarias
  • Aplicaciones en la nube
  • Bases de datos y registros de clientes/usuarios/clientes/pacientes
  • Aplicaciones y dispositivos de Internet de las Cosas (IoT)
  • Aplicaciones y programas de software como servicio (SaaS)

Estas son solo algunas de las muchas fuentes de big data que las empresas pueden aprovechar para personalizar la experiencia del consumidor.

Por supuesto, hay varias consideraciones que deberás tener en cuenta a la hora de recopilar y utilizar los datos. En primer lugar, debes conocer la normativa que regula la seguridad y la protección de datos en cualquier zona o lugar en el que operes o hagas negocios. Si realizas algún tipo de trabajo en la UE, por ejemplo, tendrás que cumplir con el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR). Es importante investigar todas y cada una de las posibles leyes, protecciones, normas y reglamentos que rigen el uso de los datos para seguir cumpliendo con la normativa.

Además, dar sentido a los datos no es tarea fácil. Por eso muchas empresas están incorporando especialistas -científicos de datos, analistas e ingenieros-. No sólo pueden idear formas de recopilar y gestionar mejor los datos, sino también limpiarlos y evaluarlos para obtener información y hacer recomendaciones sobre la mejor manera de actuar en consecuencia.

Hay otras formas de mejorar el viaje del consumidor (CJ) y hacerlo más exclusivo para el individuo, pero siempre se reduce a tener acceso a información sobre la persona o el grupo objetivo de usuarios. La investigación de mercado implica una serie de vehículos, como encuestas y grupos de discusión, que se utilizan para obtener información sobre lo que realmente quieren los consumidores. Son formas de acceder a más datos. En definitiva, la información es clave para personalizar la UX. 

4. Software y páginas web poco fiables o volubles

Quizás tengas una infraestructura de software sólida y una presencia digital fuerte. Pero, ¿y si esas cosas están en su lugar, pero no están proporcionando la experiencia consistente que tus consumidores o miembros del equipo necesitan?

Por ejemplo, es posible que tus sistemas internos fallen con más frecuencia de lo que te gustaría y que los miembros de tu equipo tengan que hacer frente a tiempos de inactividad que interrumpen sus flujos de trabajo y provocan una pérdida de productividad. Tal vez tu web sufra caídas que, a su vez, afectan a tus ventas y a tu cuenta de resultados, porque cuando tus clientes intentan acceder a tu web y no pueden, se van a tu competidor.

O puede que la web y el software que has desarrollado no sean tan fáciles de navegar o intuitivos de usar como a ti -y a tus usuarios- les gustaría. Esto también significa que tus herramientas y tecnologías no son fiables o de la calidad que necesitas.

Hay varias medidas que debes tomar para garantizar la fiabilidad y la coherencia. En primer lugar, debes someter todas tus tecnologías -software, aplicaciones, páginas web, sistemas y todo lo demás- a rigurosas pruebas de control de calidad (QA). Se trata de un proceso de varias etapas llevado a cabo por ingenieros y especialistas en control de calidad que tienen las habilidades necesarias para realizar evaluaciones tanto manuales como automatizadas para evaluar una serie de aspectos de diferentes productos y servicios, entre los que se incluyen:

  • Rendimiento
  • Funcionalidad
  • Seguridad
  • Capacidad de carga
  • Experiencia del usuario
  • Usabilidad

Las pruebas de control de calidad también tratan de eliminar el mayor número posible de errores y defectos.

Pero las pruebas deben continuar durante todo el ciclo de vida del producto, tanto si se utiliza internamente como si se pone a disposición del público. Es lo que se denomina mejora continua (CI), que consiste en evaluar y reevaluar constantemente las tecnologías. Debe ser una prioridad para cualquier empresa.

5. Tecnología heredada

Con demasiada frecuencia, las empresas confían en sistemas y tecnologías obsoletos que pueden haber estado utilizando durante años y años. Esto se llama tecnología heredada (legacy) y, por desgracia, puede resultar problemática para tus procesos.

Te guste o no, los sistemas heredados a menudo necesitan ser revisados o sustituidos por completo. A veces, las actualizaciones simplemente se agotan: la tecnología simplemente está mostrando su edad. Al mismo tiempo, los directivos pueden mostrarse reacios a gastar sus presupuestos en lo que consideran nuevos modelos, sistemas y herramientas excesivamente caros. Por supuesto, es razonable desconfiar. El juguete nuevo y reluciente no siempre es la mejor opción, y los costes pueden acumularse. 

Pero, en muchos casos, resulta más rentable invertir en modelos actualizados que confiar en los sistemas heredados. Esto se debe a que la tecnología heredada suele tener fallos y ser poco fiable, y puede averiarse con frecuencia, con el consiguiente coste en reparaciones y pérdida de productividad. Son barreras enormes para su rentabilidad y su éxito general. Al fin y al cabo, no se trata del enfoque mejor o más eficiente. 

Se trata del largo plazo, no sólo del corto. Puede que cuando pienses en la semana que viene, o incluso en el mes que viene, centrarse en tu tecnología heredada te parezca la mejor opción. Pero si piensas en el año que viene y dentro de cinco años, considerar tecnologías más nuevas y actualizadas suele ser más rentable y te llevará a prosperar.

Eso no quiere decir que todos los sistemas o tecnologías antiguos deban sustituirse inmediatamente por una versión más nueva y vanguardista. En algunos casos, una herramienta antigua te servirá bien durante varios años. Es importante contar con expertos o consultores informáticos que puedan asesorarte sobre qué sistemas están obsoletos y pueden estar costándote dinero y productividad.

6. Deuda técnica

La deuda técnica se produce cuando los desarrolladores dan prioridad a una entrega rápida del software por encima de tener un código sólido y preciso. Se trata de un equilibrio difícil porque llegar rápidamente al mercado es fundamental en los tiempos que corren, pero un código fiable -incluso perfecto- también es importante. La deuda técnica da lugar a errores y fallos, falta de documentación, sistemas y programas incompatibles, aumento de costes, problemas de productividad y problemas acumulados, lo que interfiere en una infraestructura sólida y en la entrega satisfactoria de los productos.

La deuda técnica no siempre es algo terrible: a veces es necesario incurrir en ella cuando el tiempo apremia. Pero puede acumularse con demasiada rapidez y provocar enormes problemas, además de convertirse en una carga para las organizaciones. 

Por supuesto, la mejor manera de combatir la deuda técnica es evitar que se acumule. Sin embargo, en muchos casos, eso no es realista. 

Dicho esto, debes tratar de reducirla en la medida de lo posible antes de que se descontrole. Al igual que con otros puntos problemáticos de esta lista, las pruebas rigurosas de control de calidad son sin duda una forma de mantenerlo bajo control. La refactorización del código de calidad, incluidos los planes y prácticas establecidos para ello, también es una parte importante de la reducción de la deuda técnica.

Otro paso es medir la deuda técnica para evaluar cuánta se ha acumulado y cómo afecta a tu rendimiento y flujo generales como empresa, así como a los productos que ofreces. Además, establecer métricas clave para evaluar la deuda y sus efectos. 

En última instancia, establecer una cultura de mejora continua es esencial para frenar la deuda técnica en el futuro. Eso no significa que nunca vaya a producirse deuda técnica, pero si adopta un enfoque centrado en la mejora continua, podrás limitarla y reducir su impacto en tu empresa en la medida de lo posible.

7. Silos de comunicación

¿Es la comunicación un problema relacionado con la tecnología? Sin duda puede serlo. Aunque la tecnología ha facilitado un mayor acceso a la comunicación, no significa necesariamente una comunicación más fluida. De hecho, uno de los mayores problemas es que las herramientas tecnológicas pueden crear silos de comunicación dentro y fuera de una empresa.

Con demasiada frecuencia, algo se pierde en la traducción cuando se trata de comunicación digital, y el significado no es tan claro como podría ser. O algunos equipos o personas quedan al margen. En un mundo en el que predomina el trabajo a distancia, estos silos están aún más presentes. Esto puede ser problemático para las empresas, porque los flujos de trabajo dependen de una comunicación sólida y de que las personas estén al día y bien informadas.

Para tomar decisiones firmes y que todo funcione sin problemas, es importante contar con un plan de comunicación sólido. Aunque normalmente es necesario ofrecer varios canales de comunicación, como Slack, Zoom, correo electrónico, etc., tendrás que asegurarte de que los miembros de tu equipo sepan cuándo y cómo utilizar cada herramienta y para qué sirve cada una. 

No querrás que haya confusión porque alguien no sabía que debía registrar sus progresos en un tablón de gestión de proyectos en lugar de enviar actualizaciones a través de Slack. Estas especificaciones deben formar parte del proceso de incorporación para reducir la confusión.

Además, debe haber personas de contacto para las distintas preocupaciones o problemas. En otras palabras, no se trata solo de tecnología. Toda comunicación necesita también ese toque humano.

Al fin y al cabo, la tecnología está ahí para resolver problemas. Sin embargo, a menudo crea otros nuevos. Si este año resuelves estos problemas tecnológicos universales, conseguirás que los miembros de tu equipo tengan más confianza, que tus flujos de trabajo sean más sólidos y que toda tu empresa tenga más éxito en general.

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