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Cómo comercializar tu aplicación y qué evitar

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Un estudio de Nielsen afirma que el usuario medio de un smartphone pasa unas 30 horas al mes en aplicaciones móviles. Esa cifra aumentó en 2020 y seguirá aumentando a medida que nos replanteemos el papel de la tecnología en nuestro mundo. El mundo es cada vez más móvil y todo, desde nuestras redes sociales hasta nuestra vida profesional, está lleno de prácticos complementos que prometen hacer la vida más divertida, más funcional y más ágil que nunca.

La revolución móvil sigue creciendo. ¿Cómo aprovecha tu empresa esta tendencia? 

Las aplicaciones móviles ofrecen una plataforma personalizable que las empresas pueden ajustar y retocar día a día. No es fácil desarrollar una gran aplicación, pero puede ser aún más complicado encontrar formas de comercializarla. Unos cuantos errores pueden suponer un gran obstáculo. Cuando se trata de errores que se pueden evitar al comercializar una aplicación, aquí hay algunas cosas que debes tener en cuenta. 

Cómo comercializar su aplicación y qué evitar

1. No tener un plan de marketing

No construirías una casa sin un plano, y deberías abordar la construcción de una campaña de marketing de una aplicación móvil con el mismo nivel de detalle y reflexión. Cuando se acerque el brainstorming para hacer tu plan de marketing, asegúrate de pensar en estas preguntas cruciales:

  • ¿Cuál es tu grupo demográfico objetivo? 
  • ¿Cómo vas a llegar a esas personas? 
  • ¿Qué tipo de contenido les darás? 
  • ¿Qué problema (para tus usuarios, no para ti) resuelve tu aplicación? 
  • ¿Por qué habría de descargarse la aplicación si ya existe tu web? 

Las respuestas a estas preguntas formarán el marco de tu plan de marketing. Empieza por aquí y ya estarás en camino de tener una mejor idea de cómo presentar la aplicación a tu público.

2. Confundir tu aplicación con tus productos de escritorio

Muchos empresarios abordan la creación de aplicaciones como una versión de «Honey I Shrunk Our Website». El móvil no es sólo una versión reducida de cualquier otra cosa que ya estés haciendo, es una bestia -y una herramienta de construcción de marca- por sí misma. La pequeña pantalla del móvil te obliga a reducir todos tus canales y elementos de contenido a algo sencillo y racionalizado. Cada vez más, los usuarios de móviles prefieren utilizar aplicaciones en lugar de productos tradicionales de escritorio por tres razones:

  • Son más cómodos
  • Son más ágiles y eficientes
  • Son divertidos de usar, incluso si se utilizan con fines profesionales u organizativos

El desarrollo de una aplicación móvil puede ser una oportunidad para identificar y centrarse en tus ideas más importantes y únicas, un ejercicio que podría influir en toda tu estrategia de marketing y mejorar tu negocio en su conjunto. Si piensas en términos demasiado amplios y diseñas demasiado la aplicación, sólo estarás enturbiando las aguas y probablemente confundiendo a los suscriptores en el proceso.

¿No estás seguro de si necesitas una web móvil, una aplicación móvil o ambos? Consulta este artículo para ver en qué se diferencia y se solapa cada canal.

3. Diseñar para una sola plataforma – o usar un diseño para todas las plataformas

El uso de las aplicaciones móviles creció la friolera de un 40% en 2020, incluso después de años y años de crecimiento continuo. Y lo que es más importante, los consumidores están gastando más dinero en las aplicaciones que nunca antes. El año pasado se registraron la friolera de 35.000 millones de descargas de aplicaciones y un cuarto de billón de dólares de gasto en aplicaciones cada trimestre. 

Es comprensible que las empresas estén dispuestas a aprovechar la tendencia de las aplicaciones, pero no hay que escatimar en el diseño. Algunas personas quieren diseñar una aplicación sólo para la tienda de Apple, es decir, para los sistemas operativos iOS, simplemente porque los iPhones y los iPads son muy populares, pero eso ignora a un gran número de consumidores que acceden a las aplicaciones a través de teléfonos con sistemas operativos basados en Windows o Android. 

Peor aún es diseñar una aplicación y asumir que se adaptará a las necesidades de cualquier plataforma en la que se lance. Gran error. Apple puede echarte de la tienda o, el desastre de todos los desastres, tu producto llegará a los clientes y se encontrarán con una aplicación torpe que nunca hace lo que se supone que debe hacer.

Moraleja: no hay una talla única para todos, así que diseña con inteligencia.

4. No preguntar al consumidor lo que necesita

Parte del atractivo de las aplicaciones móviles es que te permiten llegar directamente al consumidor. Básicamente, puedes ofrecer lo que quieras, exactamente como lo quieras, sin que ningún intermediario distorsione tu mensaje o inserte sus propios intereses. Sin embargo, este poder conlleva cierta responsabilidad para con tus suscriptores. 

Pregúntales qué tipo de contenido les gustaría ver, cuándo les gustaría verlo y de qué forma -notificaciones push, blogs, mensajes SMS- les gustaría recibir las actualizaciones de tu aplicación. Una vez que lo sepas, escucha. Pedir opiniones y luego ignorarlas puede ser el pecado capital del marketing. Cuando un usuario da su opinión voluntariamente, es una gran pérdida dejar que la información no se utilice. Incluso si se trata de comentarios negativos que son difíciles de escuchar, hay que escuchar y actuar. Si se abordan las cosas que no gustan a la gente, no sólo se resolverán sus problemas con la aplicación, sino que se mejorará la experiencia para todos. 

Todo esto puede parecer mucho trabajo, pero confía en nosotros: el móvil no es una apuesta, como tampoco lo es el esfuerzo que supone aprender el marketing adecuado. Consulta estos consejos de marketing para móviles para aprender a utilizarlos y haz un esfuerzo concentrado para evitar los errores mencionados anteriormente: es posible que experimentes un aumento de la conversión que está lejos de ser accidental.

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