Tener una gran idea para una aplicación es sólo el principio. Pero la pregunta clave es: ¿cómo saber si tu idea de aplicación tendrá éxito? Tanto si eres un empleado de una empresa en busca de dirección, una startup con una visión pero sin hoja de ruta, o alguien que busca el asesoramiento de expertos antes de entrar en el competitivo mercado de las aplicaciones, entender el potencial de tu aplicación es crucial.
En Juice Studio, nos especializamos en el desarrollo y lanzamiento de aplicaciones móviles. Nuestras estrategias de crecimiento garantizan que la aplicación no sólo sobreviva, sino que prospere en el mercado.
Desde el lanzamiento de la App Store en 2008, se han desarrollado millones de aplicaciones. De hecho, ahora hay casi 2 millones de aplicaciones en la App Store, un marcado contraste con las escasas 5.000 aplicaciones de 2008. A continuación te explicamos cómo conseguir que una idea de aplicación destaque en un mercado tan saturado.
Cómo saber si tu idea de aplicación tendrá éxito
Tener una gran idea para una aplicación es solo el primer paso. Pero la pregunta importante es: ¿cómo saber si tu idea de aplicación tendrá éxito? Tanto si eres un emprendedor en busca de dirección, como una startup con una visión clara pero sin hoja de ruta definida, o una empresa que desea competir en el mercado, es crucial evaluar cómo saber si tu idea de aplicación tendrá éxito antes de invertir tiempo y recursos.
Tamaño del problema y público objetivo
Uno de los pasos clave sobre cómo saber si tu idea de aplicación tendrá éxito es identificar el problema que tu aplicación pretende resolver y definir claramente a tu público objetivo. Cómo saber si tu idea de aplicación tendrá éxito depende, en gran medida, de que tu producto ofrezca una solución concreta y eficaz para un nicho de usuarios.
Por otro lado, no es ideal intentar resolver un problema pequeño para un mercado grande, porque sencillamente no habrá suficiente demanda. Digamos que quieres desarrollar una aplicación para tomar notas. Por muy innovador que sea tu producto, es muy probable que lo que ofrezcas no sea lo suficientemente interesante como para satisfacer a tu público objetivo. En lugar de pasar por la molestia de descargar una aplicación externa, los usuarios pueden confiar en su aplicación de notas preinstalada.
Al mismo tiempo, si quieres abordar un gran problema para un gran mercado, estarás compitiendo con empresas como Facebook y Google, que ya están en la ofensiva. Será prácticamente imposible competir con sus bases de usuarios, sus fondos y su capacidad de desarrollo.
Establecer tu nombre
Cómo saber si tu idea de aplicación tendrá éxito es importante, necesitas atraer a una base de usuarios sólida desde el principio. Una estrategia clara de branding y comunicación te permitirá destacarte en un mercado saturado, aportando valor rápidamente para generar confianza y reconocimiento.
Aporta valor rápidamente, cuando la relación aún está fresca, para que estén más dispuestos a desarrollar su confianza en tus servicios. Al construir una presencia fiable, puedes crear orgánicamente un título de buena reputación para el proyecto.
Monetización
Antes de que empieces a monetizar, es esencial enfocarte en cómo saber si tu idea de aplicación tendrá éxito en términos de uso y satisfacción de los usuarios. Encontrar un producto que encaje bien en el mercado es un desafío previo a la monetización. Solo después de que tu aplicación haya demostrado su valor, puedes empezar a pensar en estrategias para generar ingresos.
Encontrar un producto que encaje en el mercado es un requisito previo más difícil para la monetización, donde se crea un producto que la gente amará y utilizará repetidamente. Una vez que tu idea de aplicación esté más desarrollada, tendrás la flexibilidad necesaria para centrarse en la monetización.
Competencia
Otro factor importante para cómo saber si tu idea de aplicación tendrá éxito es evaluar la competencia. Si bien la competencia puede ser intimidante, también puede validar que tu solución va en la dirección correcta. Analizar qué hacen bien otros actores en tu sector puede ayudarte a mejorar tu propuesta.
No te sientas intimidado por todas las demás aplicaciones que entran en una categoría similar a la tuya. Si hay un problema real que resolver, habrá un mercado notable para ello; acepta tu inevitabilidad. Y si hay otras startups que ofrecen soluciones como la tuya, valida que tu solución va en la dirección correcta.
Si formas parte de una empresa con una idea de aplicación, empieza por observar qué hacen ya los usuarios con las propiedades digitales de la empresa. La mayoría de nuestros clientes empresariales ya tienen una web e incluso pueden tener una aplicación, lo que significa que tienen los ingredientes de un modelo de negocio viable. A menos que esta hipotética app proporcione un nivel bajo a sus consumidores, desarrollar la app tendría sentido.
Elegir las funciones
Cuando estás evaluando cómo saber si tu idea de aplicación tendrá éxito, es importante no sobrecargar la app con demasiadas funciones. Cómo saber si tu idea de aplicación tendrá éxito implica centrarse en resolver un problema de forma sencilla y efectiva, en lugar de intentar abarcar demasiadas funcionalidades desde el principio.
Error de novato nº 1: Sobrecargar la aplicación de funciones
Asegúrate de que tu posible aplicación es un producto único, no varios productos que pretenden ser uno; hay una distinción entre los dos. A veces los clientes dicen que su idea es resolver un solo problema, pero intentan incorporar también la gamificación, las redes sociales e incluso el ecommerce.
Empieza con un producto pequeño y centrado que resuelva un problema, sobre todo si eres una startup en las primeras fases de desarrollo de una aplicación móvil. Muchas empresas y startups empiezan creando un producto mínimo viable. Saltar unos pasos demasiado adelante acabará perjudicándote. Esto nos lleva al siguiente punto.
Error de novato nº 2: Adelantarse a los acontecimientos
Muchos fundadores de startups asumen que a la gente le encantará su producto, por lo que quieren construir en varias plataformas, discutir planes de marketing y esperar ingresos sin mucha validación. Así que cuando su entusiasmo se topa con una planificación cautelosa, como calcular los costes que conlleva crear una aplicación, es natural sentirse desanimado.
En tales situaciones, es crucial ir paso a paso y no adelantarse demasiado. Si te centras en validar tus ideas, entender tu mercado y construir gradualmente tu producto, puedes evitar errores costosos y asegurarte el éxito a largo plazo. Nuestros clientes aprecian este enfoque, ya que les ayuda a descubrir ideas e información valiosas que de otro modo podrían haber pasado por alto.
Error de novato nº 3: Subirse al carro equivocado
En el sector tecnológico se lanzan muchas palabras de moda. Todos hemos oído hablar de blockchain y Bitcoin. Para 2030, se prevé que el tamaño del mercado de la IA alcance los 740.000 millones de dólares. Cuando los clientes oyen estos términos y miran sus estadísticas financieras, naturalmente quieren sacar provecho de lo que consideran una tendencia.
Sin embargo, la mayoría de los clientes no se toman el tiempo necesario para comprender realmente sus conceptos. No reconocen que el núcleo de todo algoritmo es la lógica humana básica, y se aferran a la idea de que estas nuevas palabras de moda les otorgarán una varita mágica.
La gente no puede integrar adecuadamente la tecnología en grandes ideas de aplicaciones si no reconoce plenamente su amplitud. No te subas al carro: investiga antes de lanzarte.
¿Será revolucionaria tu aplicación?
No hay garantías de que tu aplicación vaya a ser revolucionaria. Tu máxima prioridad no es introducir una aplicación que cambie el mundo, sino crear una idea sólida que sobreviva entre miles de otras.
Todo se reduce a la ejecución: tu capacidad de financiación, cómo reacciona el mercado y cómo sorteas los cambios inesperados.
Ventaja del pionero frente a ventaja del segundo
La ventaja del pionero es el beneficio que obtiene una empresa por ser la primera en entrar en un nuevo mercado o introducir un nuevo producto. Este enfoque a menudo establece la lealtad a la marca y la cuota de mercado antes de que los competidores puedan incluso entrar en el mercado.
La ventaja del segundo, por otra parte, se produce cuando una empresa observa las estrategias y los errores del primero y es capaz de entrar en el mercado con un producto más refinado o innovador.
Al principio, la ventaja del segundo puede parecer poco inteligente: ¿Por qué lanzar un modelo similar de una idea que ya existe? Muchas de las empresas prestigiosas que conocemos son producto de la ventaja del segundo, y hay más historias de éxito de las que cabría esperar.
Por ejemplo, Google venció a Yahoo cuando ya existían otros motores de búsqueda, y Facebook arrolló a Myspace cuando la web aún era enormemente popular. Google y Facebook tenían algo en común: introdujeron un nuevo conjunto de conceptos que hizo que sus competidores parecieran arcaicos.
Esto no significa que haya que descartar por completo la ventaja del pionero: nuestra economía necesita un equilibrio saludable entre lo antiguo y lo nuevo. Empresas como Apple, Uber y eBay han allanado el camino para los pioneros de renombre. Han seguido creciendo incluso cuando los segundos imitaban sus servicios, ya que contaban con una importante base de usuarios que no estaban dispuestos a abandonar la familiaridad y la comodidad por la novedad.
Las lealtades son profundas: aprender a romper los lazos de alguien con su sistema operativo o plataforma de ecommerce favoritos no será precisamente un paseo por el parque.
Solución ideal frente a conjunto de funciones: ¿Cuál es la diferencia?
Como saber si tu idea de aplicación tendrá éxito es importante y para ello necesitas encontrar el equilibrio entre la solución ideal que imaginas y las funciones necesarias para implementarla. Las aplicaciones exitosas son aquellas que logran un equilibrio adecuado entre lo que los usuarios necesitan y lo que el mercado demanda. Esto ayuda en la tarea de cómo saber si tu idea de aplicación tendrá éxito.
Uber es un excelente ejemplo de ello. La solución ideal: la posibilidad de llamar a un coche para que se desplace a cualquier lugar en cualquier momento. Se trata de una idea abstracta, por lo que habría que plantearse la siguiente pregunta: ¿Cómo sería esa experiencia?
Una vez identificada la solución a alto nivel, hay que ir desgranando las funciones que la harán posible. La primera consistiría en que tu comunicaras adonde quieres que vaya tu coche. ¿Cómo te centrarías en tu destino y confirmarías que tu conductor está en la misma página? Utilizas un mapa para asegurarte de que la ubicación es correcta, así que una función de mapa en la que puedas introducir la dirección es el siguiente paso.
A veces, las funciones no coinciden con la solución ideal, pero otras veces, hasta después del lanzamiento del producto, el fundador no puede observar si los usuarios creen que la aplicación resuelve un problema.
En la época de las puntocom, hubo un estudio de caso sobre Webvan. Webvan fue el primer gran servicio de entrega de comestibles, y sus fundadores creían que su base de usuarios actual sería suficiente. Gastaron cientos de millones de dólares en construir almacenes, comprar camiones e invertir en infraestructura. Cuando lanzaron el producto, nadie lo quería.
Webvan, aunque potencialmente revolucionario, fue un fracaso masivo. No es que la idea fuera mala, es que en los años 90 la gente no se sentía cómoda compartiendo los datos de su tarjeta de crédito en Internet.
Hay muchos factores a tener en cuenta para que un producto tenga éxito, pero primero debemos reconocer que somos fundamentalmente malos haciendo predicciones precisas. Lo que pensamos que sería un gran producto puede funcionar mal, y viceversa.
En lugar de hacer grandes apuestas con grandes pérdidas, es mejor empezar con una apuesta pequeña. Quieres ser eficiente utilizando la menor cantidad de recursos e involucrando sólo a un grupo selecto de personas. Construir un MVP te permite sacrificar menos por un producto que puede no tener éxito, a la vez que lo mantienes en el mercado para que los usuarios puedan echar un vistazo. Los comentarios de los usuarios te llevarán a donde tienes que estar.
Los altos costes y los largos ciclos de desarrollo son sólo algunas de las razones por las que las estrategias de la vieja escuela no sirven en nuestra economía actual. La metodología Lean Startup te dará una visión más clara a la hora de presentar una gran idea de aplicación, permitiéndote actuar de forma más inteligente y rápida.
Aunque estés caminando por una ruta poco convencional de «quizás» y «y si», tu viaje te llevará finalmente al otro lado, y apreciarás el proceso que acabó salvándote la vida.
Validar una idea de aplicación, en pocas palabras
Antes de lanzarte, es crucial realizar una validación sólida sobre cómo saber si tu idea de aplicación tendrá éxito. El proceso de ensayo y error es fundamental para asegurar que estás en el camino correcto. Solo con una validación adecuada podrás confirmar cómo saber si tu idea de aplicación tendrá éxito.
El ensayo y error constantes pueden resultar tediosos, pero son un componente necesario de tu proyecto. Disfruta del viaje mientras estés en él porque, tarde o temprano, estarás en otra fase de desarrollo con sus propios retos.
Reconoce los atributos de nuestro espacio tecnológico actual. Las tendencias tienen una vida increíblemente corta; los productos van y vienen en un abrir y cerrar de ojos. Hay un tiempo para que las ideas de aplicaciones prosperen y cobren vida, pero también hay un tiempo para que lleguen a su fin. Hay un momento en el que los consumidores buscan una determinada solución que ofrece tu aplicación y también hay un momento en el que debes alterar tu visión.
Aprende las lecciones de tus predecesores, que ya han recorrido el camino y cometido errores de novato. Encuentra un equilibrio saludable entre sobrestimar tus logros futuros y premeditar desastres desconocidos. Para que una aplicación sea una gran idea, hay que fomentar la resiliencia.
Entre en el campo con confianza en tu idea, así como con un buen conocimiento de tu futura base de usuarios. Si no pasas el corte, inténtalo de nuevo. Deja espacio para que tu solución evolucione, incluso si el resultado final dista mucho de ser lo que era.