La distinción entre marketing y relaciones públicas a menudo puede resultar confusa, ya que ambos desempeñan papeles vitales pero distintos en la configuración de la identidad de marca y la percepción pública de una empresa. Aunque comparten similitudes, no son intercambiables, sino que se complementan en una estrategia de marca cohesionada.
Algunos pueden considerarlas erróneamente opciones competidoras, pero en realidad ofrecen ventajas únicas que podemos aprovechar por separado o conjuntamente.
¿Qué son las relaciones públicas?
Las relaciones públicas (PR) abarcan mucho más que las relaciones con los medios de comunicación, contrariamente a la creencia común. Aunque las relaciones con los medios de comunicación son un componente clave, las relaciones públicas van más allá y constituyen un enfoque polifacético de la comunicación con el público.
Implica dar forma a las percepciones, fomentar el conocimiento de la marca y gestionar la reputación. Especialmente crucial es su papel en la gestión de la reputación: frente a la publicidad negativa, las estrategias de relaciones públicas pueden mitigar el daño haciendo hincapié en las narrativas positivas.
En última instancia, el objetivo de las PR es influir en la percepción pública, presentando a las marcas bajo una luz favorable. Cuando tienen éxito, no sólo mejoran la imagen de la marca, sino que también producen beneficios tangibles, como el aumento de las ventas, lo que las convierte en una inversión muy valiosa.
¿Qué es el marketing?
El marketing ha estado vinculado durante mucho tiempo a estrategias destinadas a impulsar las ventas y la generación de ingresos. Tradicionalmente, engloba campañas orientadas a persuadir a los consumidores para que compren productos o contraten servicios.
A veces, las iniciativas de marketing incorporan elementos de relaciones públicas para mejorar la eficacia general de la campaña. Esencialmente, el marketing gira en torno a la elaboración de mensajes adaptados a audiencias específicas, obligándolas a tomar decisiones de compra o a utilizar los servicios ofrecidos.
Sin embargo, el panorama del marketing ha experimentado importantes transformaciones en los últimos tiempos, especialmente con la llegada de las plataformas digitales. El ámbito digital ha revolucionado las prácticas de marketing, modificando la forma en que las empresas se promocionan.
El marketing digital abarca una variedad de estrategias, como la optimización de motores de búsqueda (SEO), las campañas de pago por clic (PPC) y el marketing por correo electrónico. Estas herramientas nos permiten a las empresas llegar a nuestro público de forma más específica y personalizada, revolucionando el panorama del marketing.
Papel de las relaciones públicas
Las relaciones públicas son fundamentales para moldear la percepción pública y reforzar la reputación de la marca mediante el uso de avales de terceros procedentes de plataformas de medios de comunicación. A diferencia del marketing tradicional, centrado en mensajes de venta directa, las relaciones públicas utilizan las publicaciones de los medios de comunicación para dar credibilidad a los productos o servicios y sensibilizar al público objetivo.
A través de la narración estratégica y el contacto con los medios, se consiguen que las marcas aparezcan o se mencionen en noticias o reportajes relevantes, captando así la atención de clientes potenciales.
Gracias a esta habilidad para identificar oportunidades en los medios de comunicación y elaborar relatos convincentes, las relaciones públicas destacan a la hora de educar al público sobre diversos temas, ya sea presentando un nuevo producto, destacando un servicio o promoviendo ideas innovadoras.
En última instancia, consiguen dar una imagen positiva de una empresa a través de los medios de comunicación y esto se suele traducir en un aumento de las ventas y una mayor visibilidad de la marca.
El papel del marketing
El marketing desempeña un papel fundamental en el impulso de las ventas, la mejora de los flujos de ingresos y el aumento de la visibilidad de la marca ante un público más amplio.
Su principal objetivo es poner en marcha iniciativas estratégicas que produzcan resultados tangibles, a menudo medidos por el rendimiento financiero de la campaña.
Este área de comunicación dentro de las empresas es conocida por sus tácticas proactivas y asertivas, centradas en maximizar el rendimiento de la inversión a través de campañas específicas. Una gran estrategia de marketing destaca en el despliegue de métodos eficientes e impactantes para introducir eficazmente productos o servicios en el mercado, garantizando una penetración óptima en el mercado y la exposición de la marca.
La diferencia
Actividades diarias
- El marketing se dedica principalmente a planificar lanzamientos de productos, elaborar campañas de marketing y realizar estudios de clientes para atraerlos y fidelizarlos.
- Las relaciones públicas se centran en redactar comunicados de prensa, presentar historias positivas a los medios de comunicación y cultivar las relaciones con diversas partes interesadas, como los medios de comunicación, las partes interesadas de la empresa y los empleados.
Audiencia
- El marketing se dirige principalmente a clientes y a clientes potenciales a través de canales como la publicidad, el marketing digital y los eventos.
- Las relaciones públicas se dirigen a un público más amplio que abarca medios de comunicación, inversores, organismos gubernamentales, empleados y el público en general. Utilizan canales como comunicados de prensa, entrevistas con los medios, redes sociales y eventos corporativos para dar forma a la percepción pública y gestionar la reputación.
Objetivos
- El marketing pretende aumentar las ventas y los ingresos promocionando productos o servicios y aprovechando estrategias como la publicidad, la creación de marcas y los estudios de mercado.
- Las relaciones públicas se centran en crear una imagen de marca positiva y cultivar las relaciones con las partes interesadas para mejorar la reputación y credibilidad de la marca.
Métricas del éxito
- Los esfuerzos de marketing suelen medirse por parámetros tangibles como las ventas, los clientes potenciales, el tráfico del sitio web y el rendimiento de la inversión (ROI).
- El éxito de las relaciones públicas se evalúa a través de parámetros menos tangibles, como la cobertura mediática, el sentimiento de marca, la participación en las redes sociales y la percepción de las partes interesadas.
Horizonte temporal
- Las campañas de marketing suelen tener objetivos a corto o medio plazo y se centran en ventas inmediatas y actividades promocionales.
- Las estrategias de relaciones públicas suelen tener un enfoque a más largo plazo, con el objetivo de establecer y mantener relaciones positivas a lo largo del tiempo mientras se gestiona la reputación general de la organización mediante una comunicación y un compromiso constantes.
¿Qué partner nos conviene más?
Encontrar la estrategia y el partner adecuado que la lleve a cabo que mejor se adapte a nuestros objetivos, ya sea de marketing, relaciones públicas o ambas, implica un enfoque sistemático para ajustar las necesidades, los objetivos y los valores de nuestra empresa a la experiencia y las capacidades de los partners potenciales.
He aquí una guía paso a paso que nos ayudará en encontrarlo.
Definir nuestras metas y objetivos
Debemos definir claramente lo que queremos conseguir con nuestros esfuerzos de marketing y relaciones públicas. Ya se trate de aumentar la notoriedad de la marca, impulsar las ventas, gestionar la reputación o lanzar un nuevo producto, contar con objetivos bien definidos guiará el proceso de selección del partner.
Investigar
Es fundamental explorar diferentes partners especializados en marketing, relaciones públicas o servicios integrados. Debemos examinar sus carteras, los testimonios de sus clientes, los casos prácticos y el reconocimiento del sector para calibrar su experiencia y trayectoria en la obtención de resultados.
Evaluar la experiencia y la especialización
Debemos determinar si los posibles partners tienen experiencia trabajando con empresas similares a la nuestra en términos de sector, tamaño, público objetivo y objetivos. Para ello podemos evaluar su conocimiento del sector, las tendencias del mercado y el panorama competitivo.
Evaluar los servicios ofrecidos
Conviene evaluar la gama de servicios que ofrece cada partner y en qué medida se ajustan a nuestras necesidades. Por ejemplo, si necesitamos servicios de marketing y relaciones públicas, debemos buscar partners que ofrezcan soluciones integradas o que tengan asociaciones estratégicas con empresas complementarias.
Considerar la adecuación cultural
Es imprescindible evaluar la cultura, los valores y el estilo de comunicación del partner para garantizar la compatibilidad con la cultura y el entorno de trabajo de nuestra empresa. Un buen ajuste cultural fomenta la colaboración, la transparencia y el entendimiento mutuo.
Pedir referencias y estudios de casos
Debemos pedir referencias a clientes anteriores o actuales para conocer el rendimiento, la fiabilidad y la satisfacción de los clientes de el posible partner. Para ello, podemos revisar estudios de casos que muestren campañas o proyectos de éxito relacionados con nuestros objetivos.
Evaluar el presupuesto y los recursos
Debemos tener en cuenta nuestras limitaciones presupuestarias y los recursos disponibles para subcontratar actividades de marketing y relaciones públicas. Para ello, debemos evaluar los costes propuestos, la estructura de pagos y el rendimiento potencial de la inversión (ROI) que ofrece cada partner.
Supervisar y revisar el rendimiento
Es indispensable establecer métricas de rendimiento y KPI claros para realizar un seguimiento del progreso y su impacto en nuestros objetivos empresariales. Debemos revisar y evaluar periódicamente el rendimiento para garantizar la alineación con nuestros objetivos y expectativas.
