Blog

Smart Cities: Todo lo que hay que saber

Contenidos

Las ciudades de todo el mundo crecen rápidamente y necesitan soluciones tecnológicas innovadoras que les permitan seguir siendo sostenibles, seguras, receptivas y resistentes.

Acabamos de entrar en el año 2024 y la tecnología sigue avanzando a velocidades cada vez más asombrosas. Desde los aparatos y dispositivos más sencillos y comunes que utilizamos a diario hasta hospitales, escuelas e incluso vehículos inteligentes, la evolución constante de la tecnología es implacable. 

Estos avances han contribuido a acelerar la marcha del progreso hasta el punto de que incluso los paisajes urbanos se están convirtiendo en ecosistemas inteligentes e interconectados que aprovechan los principios de la sostenibilidad, las innovaciones tecnológicas, los datos y mucho más para dar un paso hacia el futuro. Estos núcleos de brillantez tecnológica, conocidos como smart cities, se están convirtiendo en esenciales para que gobiernos, instituciones y líderes locales puedan seguir el ritmo del evidente crecimiento que están experimentando sus ciudades. 

Aunque no es negativo, este crecimiento plantea retos específicos que sólo la innovación tecnológica puede ayudar a abordar y resolver, garantizando que puedan seguir prestando adecuadamente servicios críticos, como la seguridad pública y la respuesta a emergencias.

En este artículo nos adentraremos en el fascinante ámbito de las smart cities, desentrañando los principales conceptos, entresijos, potencialidades y retos que puede conllevar la fusión de la tecnología y la innovación con el desarrollo urbano para transformar nuestra forma de vivir.

¿Qué son las smart cities?

¿Sabías que hoy en día más del 55% de la población mundial vive en zonas urbanas? Eso supone unos 4.500 millones de personas que prefieren prosperar -o al menos intentarlo- en el hermoso caos que define a las ciudades modernas. Estas cifras en sí mismas no son un problema; lo preocupante es que, en algunos casos, este crecimiento conlleva una presión sobre los recursos de la ciudad y retos de sostenibilidad e infraestructuras que, a medida que la población urbana sigue aumentando, los líderes y otras partes interesadas deben abordar. 

Afortunadamente, como respuesta a estos y otros muchos retos, los gobiernos de todo el mundo están adoptando la tecnología, y las smart cities se están convirtiendo en la clave para desbloquear el progreso urbano y la sostenibilidad.

Podemos definir fácilmente las smart cities como entornos urbanos que utilizan datos y tecnología para funcionar de forma eficiente. Aunque esta definición es exacta, resulta demasiado reductora. Sí, las smart cities son entornos urbanos avanzados donde las tecnologías digitales ocupan un lugar central en el desarrollo de una vida sostenible. Sin embargo, también son centros de innovación en los que la inteligencia de los ciudadanos impulsa todas las iniciativas tecnológicas, y la auténtica innovación surge de la fructífera asociación entre humanos y máquinas. 

En otras palabras, los artilugios más modernos y las infraestructuras más avanzadas no servirán de nada si no existe una cooperación práctica entre empresas, ciudadanos, gobiernos, instituciones y máquinas.

Las smart cities también aprovechan las soluciones basadas en datos para mejorar la eficiencia, la sostenibilidad y la accesibilidad de innumerables servicios públicos y privados y otros recursos, al tiempo que implican a los ciudadanos, satisfacen sus necesidades y mejoran la calidad de vida general de sus residentes. 

En última instancia, el objetivo es desarrollar una especie de tecnología humanizadora que se integre en la vida urbana y ayude a las personas a crear un ecosistema urbano más sostenible, conectado, receptivo, integrador e inteligente.

Los principales pilares de las smart cities

Las smart cities no surgen por casualidad. Independientemente de cuántas implantaciones tecnológicas tenga un entorno urbano, su desarrollo como smart city está intrínsecamente anclado en varios pilares clave que determinan cómo integrar la tecnología y los datos para mejorar la vida urbana. Estos son los principales pilares de las smart cities.

Tecnología de la información y la comunicación (TIC)

La tecnología de la información y la comunicación es un término general que engloba todas las tecnologías utilizadas para manejar, manipular y transmitir información. Es la columna vertebral de las smart cities e incluye todos los dispositivos y tecnologías utilizados para manejar las telecomunicaciones, los medios de radiodifusión, el procesamiento audiovisual y otros sistemas de transmisión de datos.

Para las smart cities, las TIC son fundamentales porque, por un lado, permiten innumerables operaciones de procesamiento de datos y permiten a las partes interesadas aprovechar el análisis de macrodatos para tomar decisiones informadas, identificar tendencias y predecir necesidades futuras, todo lo cual es esencial para la innovación y los procesos impulsados por la tecnología. 

En segundo lugar, las TIC son fundamentales para posibilitar sistemas de infraestructura basados en IT, como edificios inteligentes, sistemas de gestión de residuos y tráfico, protocolos de control basados en redes y otras funciones de supervisión inherentes a las smart cities. Las TIC también apoyan el desarrollo de redes inteligentes, esenciales para una distribución óptima de la energía, la gestión de la demanda energética y la integración eficiente de las fuentes de energía renovables.

Por último, las TIC mejoran la calidad de vida de todos los ciudadanos al permitir la integración de diferentes tecnologías en apoyo de entornos urbanos innovadores, eficientes y sostenibles.

Sostenibilidad

La sostenibilidad es un aspecto fundamental de las smart cities porque garantiza que todas las iniciativas de desarrollo urbano satisfagan siempre las necesidades de los ciudadanos del presente sin comprometer la forma en que las generaciones futuras puedan satisfacer las suyas. 

Como ya se sabe, las smart cities se centran en el bienestar tanto del medio ambiente como de sus ciudadanos, y la sostenibilidad es fundamental para ayudar a las partes interesadas a conseguirlo. 

En ese sentido, mantener la sostenibilidad en primer plano ayuda a las smart cities a priorizar el uso y desarrollo de tecnologías energéticamente eficientes y fuentes de energía renovables que les ayuden a optimizar los niveles generales de consumo energético de la ciudad, contribuyendo a la conservación de los recursos.

Las smart cities sostenibles también se aseguran de aplicar medidas contundentes para reducir sus emisiones de carbono promoviendo el uso del transporte público, los vehículos híbridos y las fuentes de energía limpias, y aplicando políticas para educar a los ciudadanos sobre cómo pueden minimizar el impacto medioambiental de sus actividades urbanas. 

Además, las smart cities sostenibles aprovechan la tecnología para crear sistemas avanzados de gestión de residuos que ayudan a las partes interesadas a construir rutas de recogida óptimas, reducir los residuos de los vertederos, conservar los recursos hídricos y fomentar el consumo responsable.

Infraestructuras inteligentes

Las smart cities necesitan la columna vertebral adecuada para garantizar que todas las partes del sistema funcionen correctamente; esa columna vertebral es una infraestructura inteligente eficiente. Una infraestructura inteligente es fundamental para las smart cities porque sienta las bases para la innovación tecnológica al integrar tecnologías avanzadas y soluciones digitales en los componentes de la infraestructura física de la ciudad. 

Una infraestructura inteligente adecuada es fundamental para que los gobiernos y las empresas puedan aprovechar el poder de los datos y la conectividad para promover la sostenibilidad, mejorar la prestación de servicios a los ciudadanos, hacer frente a los desafíos y crear un entorno urbano más resiliente y habitable en general.

Gobernanza electrónica

Aparte de las implementaciones tecnológicas y las innovaciones infraestructurales, las smart cities también necesitan el aparato adecuado para supervisar el funcionamiento de todos los elementos y facilitar la prestación de todos los beneficios de la vida urbana inteligente a los ciudadanos. 

Este ojo que todo lo ve suele denominarse gobernanza electrónica. La gobernanza electrónica se refiere al uso de las tecnologías de la información y la comunicación para racionalizar el modo en que los gobiernos prestan sus servicios a los ciudadanos y otras partes interesadas. 

En el contexto de las smart cities, la gobernanza electrónica es fundamental para mejorar la eficiencia de las operaciones gubernamentales y facilitar la comunicación entre el gobierno y los ciudadanos. Para lograrlo con éxito, la gobernanza electrónica necesita herramientas y plataformas digitales como aplicaciones móviles, páginas web, redes sociales y otros medios electrónicos para transformar las estructuras y procesos de gobierno tradicionales y hacerlos más accesibles y cómodos.

Beneficios de las smart cities

Como probablemente ya habrás adivinado, las smart cities aportan multitud de beneficios a sus ciudadanos y al mundo. Al aprovechar las innegables ventajas de las tecnologías modernas y basarse en soluciones eficientes basadas en datos para mejorar la calidad de vida, las smart cities pueden ayudar a mejorar los servicios urbanos y contribuir a un planeta más sostenible. Estos son algunos de los beneficios más destacados de las smart cities.

Conocimiento y toma de decisiones basados en datos

Dado que las smart cities aprovechan las técnicas de recopilación y análisis de datos para generar grandes cantidades de datos que impulsen los procesos de toma de decisiones, pueden utilizar elementos como la supervisión en tiempo real para extraer valiosos conocimientos. Estas percepciones son esenciales para tomar decisiones basadas en datos que permitan una comunicación más eficiente con los ciudadanos, la planificación urbana, la asignación de recursos y la formulación de políticas.

Mejora de la gestión de recursos

Las smart cities son conocidas por su incomparable capacidad para desplegar soluciones eficaces de gestión de recursos, como redes inteligentes y sistemas de gestión de la energía, para garantizar la conservación de los recursos, optimizar el consumo de energía, minimizar los residuos e incluso promover y educar a los ciudadanos en el uso de fuentes de energía renovables, contribuyendo a la eficiencia energética y la sostenibilidad de la ciudad.

Crecimiento económico

El crecimiento económico es un resultado inevitable y a menudo polifacético de la integración de tecnologías modernas y soluciones basadas en datos en los sistemas urbanos. El hecho de que las smart cities aprovechen la innovación tecnológica para impulsar los procesos y la prestación de servicios las hace muy atractivas para las oportunidades de inversión, impulsa el progreso, crea nuevas oportunidades de empleo, estimula la investigación y el desarrollo de tecnologías más avanzadas y fomenta la innovación. 

También puede conducir a un aumento del turismo, una mayor actividad inmobiliaria, la optimización de los sistemas de transporte y la logística, y puede fomentar el nacimiento de startups, todo lo cual estimula inevitablemente el crecimiento económico.

Resistencia a la adversidad

Por supuesto, por muy innovadoras y avanzadas que sean, las smart cities también se enfrentan a retos y adversidades. Sin embargo, gracias a su naturaleza, están mejor equipadas para responder a dicha adversidad y tienen más probabilidades de superar y recuperarse eficazmente de retos como desastres naturales, apagones, amenazas a la seguridad y pandemias, por nombrar algunos.

Retos de las smart cities

Aunque no podemos negar los innumerables beneficios que aportan las smart cities, la realidad es que, a día de hoy, también se enfrentan a varios retos que debemos comprender y superar. He aquí algunos de ellos.

Costes de implantación

Como ocurre con la mayoría de los procesos de implantación de tecnología a gran escala, el despliegue de la infraestructura, las redes y las tecnologías inteligentes necesarias para alimentar adecuadamente las smart cities implica unos costes iniciales significativos que no todos los gobiernos y partes interesadas pueden permitirse.

Compromiso ciudadano

Como hemos mencionado antes, la participación y el compromiso activos de los ciudadanos y las comunidades son fundamentales para la globalidad del concepto de smart cities. Sin embargo, en algunos casos, los gobiernos pueden encontrar resistencias específicas a la hora de implicar a los ciudadanos, especialmente a las personas mayores y a aquellas con conocimientos tecnológicos limitados.

Interoperabilidad

Las smart cities incluyen una variedad de dispositivos y plataformas que a menudo necesitan protocolos estandarizados para poder comunicarse entre ellos y promover la interoperabilidad dentro de la red de la ciudad inteligente. Sin embargo, sigue habiendo retos a la hora de aplicar estas normas y garantizar el funcionamiento sin fisuras de los ecosistemas de las ciudades innovadoras.

Abordar estos y otros muchos retos que no hemos incluido aquí requiere un enfoque holístico en el que gobiernos, autoridades, ciudadanos, empresas y otras partes interesadas colaboren para ayudar a las smart cities a crecer y adaptarse para crear entornos urbanos de éxito, tecnológicamente avanzados, altamente habitables y sostenibles.

Ejemplos de smart cities

En la actualidad, varias ciudades han adoptado tecnologías innovadoras y aspiran a una vida urbana inteligente. Han integrado con éxito tecnologías inteligentes para mejorar la calidad de vida, la sostenibilidad y la eficiencia de sus entornos urbanos y han sido lo suficientemente ágiles para abordar y resolver los retos específicos que han surgido en su contexto. He aquí algunos ejemplos de smart cities.

  • Singapur
  • Oslo
  • Nueva York
  • Copenhague
  • Seúl
  • Tokio

Artículos destacados

From offline to online.

Comparte tus ideas con nosotros